La vida esta conformada de sentimientos. Tristeza, enojo, odio y más. Cada uno tiene sus propias caracteristicas, sus propias diferencias, pero hay una cosa que los engloba. Que mezcla el cariño con el odio, la tristeza con la amargura. Su nombre es Amor. Éste no es un sentimiento más, sino que una experiencia. Un conjunto de sentimientos que se entrelazan, que combaten entre si. ¿Pero qué origina estas sensaciones? La respuesta: un humano.
Sartre dijo: “la existencia precede a la esencia”. El hombre nace vacío. Sin experiencias no hay ideas, no hay una forma de ser única. La personalidad, la forma de relacionarse, éstas no son algo que viene incluido en nosotros al nacer, sino que dependen de nuestras experiencias, de lo que sucede en nuestras vidas. Esto es lo que de verdad forma seres humanos: la vida. Nadie nace inteligente. Nadie nace estúpido. Nadie nace cariñoso. Nadie nace odioso. Todas estas cualidades dependen de lo que ocurra en nuestras vidas. Por esto la esencia humana es posterior al inicio de la existencia.
De aquí podemos concluir que el ser humano es un conjunto de cualidades ordenadas de manera única. De ahí que amamos no cualidades, sino que el ordenamiento de éstas. La relación entre cualidades positivas y negativas. La forma en que estas interactuan, la cual es única en cada ser humano, ya que no existe nadie que haya tenido las mismas experiencias que otros.
He aquí la respuesta a la pregunta ¿qué se ama cuando se ama? Se ama la esencia del ser humano, se ama la relación entre sus cualidades, se ama al humano en su totalidad. Por esto mismo es que el amor es una experiencia, ya que está en constante movimiento, debido a que el humano cambia dia a dia, con cada nueva experiencia su esencia se va modificando. Eso es lo hermoso del amor, que cambia día a día, segundo a segundo, no se detiene, ya que si para, muere.
